domingo, 6 de diciembre de 2009

Benja :

Hoy, desde hoy té extraño.
Hoy fue el día que más te extrañe.
Venia escribiendo esto en mi cabeza desde el tramo Palermo - villa crespo.
No es lo mismo no volver a Belgrano, el camino por detrás del campo de golf, té acordás?
Mama se compró una casa en Pilar, muy bonita, te gustaría, me pregunto si alguna vez te hubieses animado a venir. Seguro que sí.
Se me perdieron todas las palabras, Benja, extraño la comodidad de aparecer en tu casa, tocar la campanita de mi bicicleta, la comodidad de saber que sabes como pienso. Como siento.
Ultimamente me di cuenta que estoy bastante estúpida en ese tema, en sentir, por miedo a equivocarme probablemente.
Aunque eso me dejó como única opción recurrir a un mundo de sensaciones, mas que sentimientos.
Percibo olores, calores corporales, cuanto una imagen descansa o exalta mi mirada, las cosas que se me van de foco, como se esparcen las palabras en mi boca. No mucho más.
Hay veces que las cosas provocan instantáneamente el deseo de matarme, como lo perros salchichas, cierta gente que no pronuncia las eses, el matambre.
Hoy me senté en ese camino de arboles, te acordás? En el parque, en el nuestro.
Me sentí en casa, por primera vez en no se cuanto tiempo. Siempre está húmeda la tierra en ese camino. Me sentí en casa, te extrañé. Recordé cuando buscabas arboles para esa chica que resultó mas tarde ser tu novia. Era esa? Una de tantas que te enamorabas. Siempre sentí envidia por tu facilidad para enamorarte.
Ahora tengo un gato también, ridículo no? Me voy en menos de dos meses, y pasé por una veterinaria, y me agarré un gato.
Pensé, no solo que necesitaba compañía, si no que si todo sale bien, probablemente en mucho tiempo no tuviese oportunidad de tener una mascota.
Tengo un tapón en medio del estomago. Me voy, me voy y en vez de disfrutarlo estoy enterrada de tanto; Cuadernos viejos de escuela que deberían ser quemados, risas ajenas, miradas incisivas, respuestas ásperas, mi peso, aliento a cigarrillo barato, la televisión publica.
Me sentí en casa, hasta que me levanté y me di cuenta que mi camino de arboles estaba regado de forros de trolas, putas y depravados. Eso no es casa. No pude ni sonreírme, solo recordé que es así, el porqué uno se va lo golpea en la cara en cada segundo de melancolía que uno carajo se la impone porque somos como somos.
Vos lo sabés, vos pasarías año nuevo en una barca echa de juncos y chapas en medio del pacifico si pudieses, solo para ver los fuegos artificiales de lejos y sentirte al fin, mas solo que nunca.
Soledad, es otra de esas palabras que me dan ganas de matarme apenas la escucho. No por lo que significa, si no que por dios vuelvo a leer algo de algún post adolescente diciendo que se siente solo y me corto las venas. Sin hablar de la mina esa que canta Folklore. La idea de quien le pondría a su hijo ese nombre me tortura, me exaspera.
Otra cosa que me da ganas de matarme es ver mujeres amamantando en publico. Llegué a la conclusión que no voy a amamantar a mi propio hijo, voy a tener una empleada bien alimentada y las voy a poner a lactar. Tampoco sé si quiero tener mis propios hijos, la sola idea de estriarme como un globo desinflado y de regar los rasgos y problemas de colesterol de mis padres y ancentros a futuras generaciones me repugna.
Me voy y no pasa mucho. Nadie me pregunta como me siento, nadie. Por envidia, por desinterés, por dolor también. Cada uno responde con sus necesidades, nunca dando espacio a las mías.
Mi viejo con su enojo, mis amigas con la indiferencia, uno que otro viejo “ amor “ con ganas de unas ultimas cogidas. No mucho mas.
El gato esta tirando todas las monedas al piso, una por una. No veo el momento de dejar de preocuparme por las monedas.
En cuanto a Villa Crespo, con la primavera mejora. Poco conozco, aunque tengo que caminarla aveces un par de cuadras, pero no la miro, la ignoro, aun si tiene sus partes interesantes. No es Belgrano, vos sabés lo felices que éramos en Belgrano.
Me gusta pensar que estoy en un set, de esas películas italianas. Solo conozco mi calle, todo sucede en mi calle. Los autos chocan en la esquina, las viejas chusmean en la verdulería, solo en mi cuadra se corta la luz completamente almenos una vez por semana. Mi único contacto con el afuera es el chico del edificio de la esquina. Un bobito que camina desde el living al balcón, desde el living al balcón. Sin parar, hasta que un viejo viene y cierra las persianas.
Cada tanto salgo, me emborracho. Hago lo que tengo que hacer, reparto besos, transpiro en remeras ajenas, se me cruzan los ojos en una barra de luces de neón y mendigo plata entre extraños para volverme en taxi, y porque no, volverme con un extraño.
Te acordás de Paola? La de fotografía?
Salimos a tomar algo entre todos y terminé leyéndole la mano a ella y al novio motoquero. Me sentí bien , Le perdí el miedo , así fuese el ultimo día de clases.
Sabés que momento reviviría para siempre ? Una y otra vez ? Cuando volvíamos de tu casa , borrachos , en mi bici . Vos intentaste llevarme.Fue feliz , me reí mucho , te acordás ?
Hoy quise volver a andar con vos , no tanto en bicicleta porque me acuerdo que por hijodetumadre no mas andabas lo mas rápido que podías , lo mas rápido ! Y yo atrás partiéndome las patitas , gritando que no pises peatones , aun así , me entrené bien , aun así , cuando cambiamos de bici , te rompí el ass. Aun así , quiero volver a andar con vos .
Te veo ? En Toulousse o París ? Casi que si querés podemos irnos a Berlín , ando con ganas de que me saques el miedo a la nieve.

Te quiero . Lo sabés , o no ?

1 comentario:

Manuel Zurita dijo...

Impresionante!!! me encantó este blog, te felicito nena escribís muy bien, tenés una locura divina en esa cabeza!! saludos.